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Día del Cáncer de Mama – el testimonio de nuestra compañera Regla Carrasco
Regla Carrasco, abogada, afronta el cáncer de mama con un espíritu resiliente y optimista. Aunque no era genético, desde el inicio sospechaba que algo no estaba bien. Tras descubrir un endurecimiento en su pecho, acudió al ginecólogo y, después de una mamografía, su vida cambió drásticamente: el diagnóstico era un tumor agresivo. Sin embargo, Regla se siente afortunada por la rapidez con la que el protocolo médico se activó, y por el apoyo constante de su familia, especialmente de su marido y sus hermanas.
«Siempre he seguido con mi vida», comenta. A pesar de su situación, ha continuado levantándose temprano, cuidando de sus hijos y manteniéndose activa. El ejercicio, que ha integrado como parte de su tratamiento, ha sido una de sus mayores herramientas: la natación, las clases de baile flamenco y caminar le han dado fuerzas. Aunque admite que su cuerpo ha reaccionado bien al tratamiento, subraya que lo más importante es no compararse con otras mujeres: «Cada una vive el cáncer de forma diferente».
En lo profesional, Regla está reevaluando su carrera. Prefiere alejarse de los temas procesales, optando por el asesoramiento, y seleccionará cuidadosamente los casos a su regreso. Agradece el apoyo de sus compañeros y la comprensión de sus clientes, quienes han respetado sus tiempos.
Para ella, no hay consejos universales, pero destaca la importancia de no quedarse estancada en la tristeza. «A mí me ha funcionado el autoengaño. No quise verme sin pelo, prefería ponerme un pañuelo o peluca para no tener esa imagen de enfermedad en la retina», explica. «Lloras un ratito y luego sigues adelante». Para Regla, el cáncer no la ha hecho «valiente», sino una persona que, como muchas otras, enfrenta esta lucha con miedo, pero también con esperanza y determinación.